I am an Agricultural Engineer and have a scientific background, so it always irritates me when people are against something without any scientific reason but instead because they “feel” that something isn’t right.

One of the the things scientific training teaches you is to question everything constantly, to not take anything as a given, to assume that you can always be mistaken and that you should only surrender to proof, to evidence.

However, I have come across many people in this life who have an easy time saying NO, only because it seems like a good idea…and personally I believe PROHIBITING something should only happen in extremis, as a tested and proven last resort.

To give an example, the Catholic church has fought against science for hundreds of years and reluctantly has had to adjust little by little to reality and stop forcing reality to adapt to dogma (a little) by giving in to scientific evidence…but whenever they had enough power they took it upon themselves to extinguish any opposing opinions: “E pur si muove”.

Dogmas – fixed and solid immovable truths, be they true or false – are the columns which support political ideologies, belief systems and moral values.

In general, behind this “denial” lies very human reasons – ignorance and fear. Science can be a little frightening to people – this fear also being driven by very human characteristics, such as curiosity and sometimes ambition. It moves so quickly that it puts our mental capacity, our intellect, our spirits to the test in order to keep up.

But in general, in this still imperfect human world – partly because it’s constantly changing – science and technology have shown over and over again that they are positive forces that have improved our prospects and quality of life. And even though at times they create new issues, they also bring about new solutions.

So why on earth am I going on like this?

It’s because not too long ago more than 100 Nobel prize winners signed a letter in support of GENETICALLY MODIFIED PRODUCTS.

They have reignited the controversy and confronted organizations like Greenpeace (who, yes, do good things but can also really botch things up).

For years I have gone around debating, arguing and listening to all manner of reasons why genetically modified products should be banned and never, not once, has anyone given one single piece of scientific evidence to prove their hypothesis.

Source: AFP

On the contrary, the safety of Genetically Modified Organisms (GMOs) has been widely supported on a global scale. Today, more than 240 international scientific organizations back the safety of genetically modified crops and foods. Even the World Health Organization (WHO) and the Food and Agricultural Organization of the United Nations (FAO) have recognized their safety as well as their key role in achieving a more sustainable agriculture that will contribute to the fight against hunger and climate change, and respond to the growing demand for food arising from population growth and changes in dietary habits.

So let’s be categorical here – there is no scientific reason to ban genetically modified products!

If the problem is accessing technology on the part of producers, or the big laboratories, or the “tariffs”, then that is a separate matter – an economic issue which must be resolved by other methods. But there certainly is no risk to people’s health or the environment.

And please do not worry, because scientists will always be on the lookout for new evidence and will question everything.

Banning something “just in case”, because it sounds strange to you or because a slogan or cute phrase told you to is nonsense…it’s good instead to be informed, to educate yourself, to learn and to question things, to be curious, to be critical of things including yourself, and to listen to what those who have studied and specialized in a subject have to say.

As the saying goes, intelligent people are full of doubts, while the foolish ones are full of confidence.

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Soy Ingeniero agrónomo y tengo una formación científica y siempre me ha rechinado cuando la gente se opone a algo sin ninguna razón científica, solo porque “siente” que algo no está bien.

Una de las cosas que enseña la formación científica es a cuestionarse todo constantemente, a no dar nada por sentado, a asumir que uno siempre puede equivocarse y que uno debe rendirse solo ante las pruebas, la evidencia.

Pero me he encontrado en la vida que mucha gente tiene una tendencia fácil al NO, sólo porque le parece…y personalmente creo que PROHIBIR debería ser algo in extremis, una última consecuencia probada y requete probada.

La iglesia católica por poner un ejemplo, ha luchado contra la ciencia durante cientos de años y con reticencia se ha tenido de ir adecuando a la realidad y dejando (un poquito) de forzar que la realidad se adapte al dogma, rindiéndose a las evidencias científicas,…pero bien que cuando tuvo poder suficiente se encargó de incinerar a toda opinión contraria: “E pur si muove”

Los dogmas, verdades inamovibles, fijas y sólidas, sean verdades o falsedades, son columnas que  soportan ideologías políticas, sistemas de creencias y de moral.

En general detrás de esta “negación” hay causas bien humanas, la ignorancia y el miedo. Y la ciencia da un poco de temor, impulsada por características bien humanas también como la curiosidad y a veces la ambición. Evoluciona tan rápido que pone a prueba nuestra capacidad mental, nuestro intelecto, nuestra moral, para seguirle el paso.

Pero en general en este mundo humano imperfecto aún, en parte porque está en constante evolución, la ciencia y la tecnología han ido demostrando que son fuerzas positivas, que han mejorado nuestra expectativa y calidad de vida y si bien a veces se crean nuevos problemas,  también van apareciendo nuevas soluciones.

¿Y a santo de qué viene toda esta perorata?

A que hace poco más de 100 premios nobel han firmado una carta en la cual defienden a los TRANSGÉNICOS.

Han renovado la polémica y enfrentado a organizaciones como Greenpeace, (que hace sus cosas buenas pero también la pifia).

Desde hace años vengo discutiendo y argumentando y escuchando todo tipo de razones por las cuales los transgénicos deben ser prohibidos, y nunca, jamás, una sola evidencia científica que pruebe este postulado.

Fuente: AFP

Por el contrario, la seguridad de los Organismos Modificados Geneticamente (OMGs) está ampliamente avalada a nivel global. A día de hoy, más de 240 organizaciones científicas internacionales apoyan la seguridad de los cultivos y alimentos transgénicos. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han reconocido su seguridad, así como su papel clave para conseguir una agricultura más sostenible con la que contribuir a luchar contra el hambre y el cambio climático, y dar respuesta a la creciente demanda de alimentos derivada del aumento poblacional y el cambio en las dietas alimentarias.

Así que seamos definitivos, ¡no hay ninguna razón científica para prohibir los transgénicos!

Si el problema es el acceso a la tecnología por parte de los productores, los grandes laboratorios, los “aranceles”, entonces es otra cosa, es un tema económico y debe resolverse por otros lados, pero no hay riesgos a la salud o al ambiente.

Y no os preocupéis, que los científicos siempre estarán atentos a nuevas evidencias y a cuestionarse todo.

Prohibir “por si acaso”, porque me suena raro, porque me han dicho un eslogan o una frase bonita es una tontería,…es bueno si, estar informado, educarse, aprender y preguntar, cuestionarse, ser curioso, ser crítico y autocrítico, y escuchar lo que quien ha estudiado y se ha especializado tiene para decir.

Como dice el dicho, los sabios tienen cada vez más dudas y los necios cada vez más certezas.

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